jueves, 9 de agosto de 2012

MANIFIESTO: UNIDAD CONTRA LA CRISIS Y SUS CONSECUENCIAS
 
La crisis no ha sido generada por los trabajadores ni por los estudiantes, la juventud o los artistas. No son culpables los que se jubilaron después de muchos años de trabajo o los que no lograron encontrarlo. No tienen responsabilidad los baserritarras y los comerciantes y autónomos que luchaban por sacar adelante sus empresas. Tampoco son responsables los funcionarios, los sindicalistas o los que integran las asociaciones ciudadanas y ONG, volcados en defender los derechos de los más vulnerables. No lo son los inmigrantes que sólo buscaban sobrevivir.
 
Los culpables son aquellos Consejos de Administración de la Banca y las entidades de crédito que llevaron a cabo una campaña de prácticas corruptas y operaciones especulativas de alto riesgo, amasando grandes fortunas que ahora han de pagarse con el empobrecimiento de millones de personas. Son responsables los que se enriquecieron especulando con el suelo y la vivienda, los que ejercieron malas prácticas en la economía. Fueron sus cómplices los organismos reguladores y las Agencias de Calificación.
 
También fueron responsables los gobernantes que desregularon los mercados y cruzaron las puertas de la corrupción para instalarse en ella. Los que no previeron ni corrigieron la crisis, quienes despilfarrando recursos públicos en gastos innecesarios dieron la espalda a los sectores más débiles de la sociedad. Los que protegiendo al capitalismo más salvaje dejaron a la ciudadanía entera sin alternativas frente al desastre. Los que rindieron culto a las privatizaciones y despreciaron los servicios públicos.
 
Las consecuencias de esta crisis son trágicas: desempleo, precariedad, despidos baratos, desahucios, debilitamiento de los servicios públicos esenciales, pérdida de derechos sociales como la atención a las personas mayores y dependientes.
 
Buena parte del dinero se esconde en los paraísos fiscales, huyendo de los impuestos y de las responsabilidades que los especuladores contrajeron cargando las culpas a los sectores más desprotegidos.
 
Salir de la crisis está en manos del conjunto de la sociedad. Debemos responder colectivamente. Se trata de una encrucijada en la que todos podemos y debemos responder juntos. Porque todo aquello que conquistamos a lo largo de años de esfuerzo, con luchas y sacrificios, se pierde por Decretos de un Gobierno que sólo escucha a las grandes fortunas y a los defraudadores.
 
La economía puede enderezarse con un cambio de modelo y del sistema productivo. Hace falta que los Partidos Políticos oigan a la Sociedad y escuchen el clamor que les exige arrimar el hombro y acordar un horizonte común. En un marco de austeridad puede y debe existir un consumo razonable que mantenga el comercio y las empresas. Tiene que haber recursos económicos, trabajo, productividad y salarios dignos. Con desempleo y recortes, todo cae, todo muere.
 
Desde el movimiento vecinal, en el que conviven personas de diferentes sensibilidades, percibimos la división entre los sindicatos y organizaciones sociales vascas como algo inadmisible que debemos corregir.
 
Hacemos un llamamiento a todos: Sindicatos y organizaciones ciudadanas, para que se reúnan sin demora y sin exclusiones, que aparquen diferencias y, desde el esfuerzo común, acuerden una respuesta unitaria frente a la crisis en movilizaciones conjuntas, defendiendo las reivindicaciones que nos unen. Desde esta Federación de AAVV de Bilbao proponemos un símbolo común que marque el descontento de la sociedad con los zarpazos que están sufriendo los derechos que tanto nos ha costado conseguir: un simple lazo negro que cualquier persona puede lucir en cualquier lugar y actividad cotidiana.
Estas son las propuestas que hacemos, las que nos pide la ciudadanía. Este es el camino que debemos recorrer.
 
Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbao / Bilboko Auzo Elkarteen Federazioa
Bilbao, Agosto de 2012